Otoplastia
La otoplastia es una cirugía sencilla y corta, que sirve para corregir la forma y el tamaño de las orejas, o el ángulo que forman con el rostro.
La modificación más común es la que se realiza sobre las denominadas “orejas en asa”, orejas en copa o también de las deformaciones resultantes de traumatismos.
Las orejas prominentes son causa de importantes complejos, especialmente en niños y jóvenes aunque también en adultos.
La edad conveniente para la intervención suelen ser a partir de los 7 años, para que la intervención no sea modificada por el crecimiento del mismo.
Esta es una cirugía que se tolera muy bien con anestesia local con sedación, o incluso anestesia local solamente. Y el recuperatorio sencillo, ronda entre 5 y 7 días siempre y cuando tengan cuidado con las actividades físicas. Las cicatrices suelen ser imperceptibles quedando en el surco retro auricular totalmente ocultas.
Las complicaciones son infrecuentes y de poca importancia. Sin embargo, como en cualquier otra intervención, existen riesgos propios de una cirugía y complicaciones propias de este procedimiento. Un pequeño porcentaje de pacientes pueden desarrollar un hematoma, que se disuelva espontáneamente o que precise drenaje. Ocasionalmente, puede producirse una infección del cartílago que aumente el tejido cicatrizal de la oreja; su tratamiento consiste en la administración de antibióticos; en raras ocasiones puede ser necesario el drenaje quirúrgico.
Corrección del lóbulo / Cierre del Orificio
Debido al uso de los pendientes como accesorios cada vez de mayor tamaño o por un tirón repentino fuerte hacia abajo, la elongación y hasta el desgarro total de los lóbulos de las orejas se han vuelto muy frecuentes.
También los lóbulos se alargan y se afinan con el paso de los años, esto lleva al deseo del paciente de darle volumen y acortarlos.
El cierre del orificio de los lóbulos es un procedimiento muy sencillo y rápido que se hace con anestesia local e inmediatamente la paciente continua con su vida normal.
Rinoplastia
La cirugía de nariz es una de las cirugías plásticas más frecuentes. Reduce o incrementa el tamaño de la nariz, en armonía con el rostro del paciente conservando su función normal o mejorando problemas respiratorios.
El fin de la operación es obtener una nariz lo más natural posible.
Puede cambiar la forma de la punta, retirar la giba nasal, estrechar el ancho de los orificios nasales o modificar el ángulo entre la nariz y el labio superior, así como entre la nariz y la frente. Es muy importante hacer un estudio de las proporciones faciales, para obtener un resultado equilibrado y en armonía con el resto.
La rinoplastia se realiza siempre en quirófano, con 24 horas de internación o menos según tipo de anestesia realizada. Puede realizarse bajo anestesia local más sedación, o lo que es más frecuente, con anestesia general.
Una rinoplastia suele durar entre 1 y 2 horas, aunque en casos complejos puede llevar más tiempo.
Al finalizar la cirugía, se coloca un yeso u otro material, que ayudará a mantener la nueva forma de la nariz. También se colocan tapones nasales en ambos orificios para evitar el sangrado y estabilizar el tabique nasal, que se mantendrán 1 semana aproximadamente.
La mayoría de los pacientes pueden volver a su vida normal una semana después de la cirugía. Evitando actividades físicas intensas durante 2 a 3 semanas, evite golpes en la nariz y tomar el sol durante 8 semanas, lávese la cara y aplíquese maquillaje con cuidado.
Las complicaciones son infrecuentes y de poca importancia. No obstante, siempre existen posibilidades de complicaciones, como infección, sangrado por la nariz o reacciones a la anestesia.
Blefaroplastia
La cirugía de los párpados, técnicamente conocida como blefaroplastia, es un procedimiento para extraer la grasa y el exceso de piel y músculo de los párpados superiores e inferiores. La blefaroplastia puede corregir la caída de los párpados superiores y las bolsas de los inferiores, características que hacen que parezcamos mayores y más cansados de lo que somos y que, en algunos casos, pueden interferir con la visión.
Sin embargo, la blefaroplastia no elimina las "patas de gallo" u otras arrugas ni la caída de las cejas.
Las cicatrices quedan ocultas en los pliegues naturales de los parpados, lo que la hace casi imperceptibles después de unas semanas de la operación.
En personas jóvenes en las cuales sólo se observan bolsas palpebrales inferiores se puede utilizar la via transconjuntival con la cual no deja cicatrices visibles.
La blefaroplastia influye notablemente en la apariencia de la cara que, después de la operación parece más fresca y más joven.
En cuanto a la caída de las cejas, es factible de ser tratada mediante incisiones mínimas en casos más leves, o bien dejando cicatrices un pocos más grandes (siempre escondidas en el cuero cabelludo) en los casos en que hay que resecar tejidos.
Es una intervención que suele durar una hora y media aproximadamente, ambulatoria, puesto que no requiere que el paciente se quede hospitalizado. Se emplea anestesia local o local asistida. Reposo domiciliario 24 horas y luego su reinserción social a los 7-10 días. La recuperación es rápida. Es normal que aparezcan hematomas e hinchazón en los párpados.
Al principio las cicatrices pueden ser visibles, como finas líneas enrojecidas situadas en el pliegue del párpado superior y por debajo de las pestañas en el párpado inferior, extendiéndose unos milímetros hacia la sien en una de la arrugas de las "patas de gallo". Se necesitan varios meses hasta que el resultado final se vuelve estable y de larga duración.
Las complicaciones son infrecuentes sin embargo, siempre existen posibilidades de complicaciones, como la infección o las reacciones anestésicas, visión doble o borrosa durante unos días, edema temporal de los párpados y asimetrías leves en la cicatrización. Tras la cirugía puede aparecer dificultad para cerrar completamente los párpados durante el sueño; solo en raros casos esta complicación será permanente. Otra complicación infrecuente es el ectropion, que puede precisar corrección quirúrgica.
Lifting Facial o Ritidectomía
La Ritidectomía se trata de una cirugía anti-envejecimiento que se realiza por lo general después de la cuarta década de la vida.
El objetivo principal de la Ritidectomía es dar al paciente un aspecto joven, suavizando los efectos de la gravedad, la exposición al sol y el estrés de la vida diaria sobre la piel tanto del rostro como el cuello, tales como las arrugas y la flacidez. Restaurar la belleza perdida durante los años.
Las incisiones en esta intervención se realizan por dentro de la línea del pelo, rodean el lóbulo de la oreja y ascienden por detrás de ésta hacia el cuero cabelludo. Se estira la piel y se suturan las incisiones. Así las posibles cicatrices serán imperceptibles ya que quedarán “escondidas” en el cabello y en los pliegues de las orejas. En algunos casos se emplean técnicas de incisión corta solo delante de la oreja sin seguir por la parte posterior.
La anestesia a utilizar puede ser general o local asistida en ciertos casos. Este procedimiento suele combinarse con cirugía de párpados y de cejas de manera de restituir la armonía del óvalo facial.
En el postoperatorio, el paciente puede sentir molestias provocadas por la hinchazón y la falta de movilidad facial, tirantez, adormecimiento y hematomas. La cara puede aparecer pálida, morada e hinchada.
La recuperación es generalmente de 10 a 14 días dependiendo de la magnitud del despegamiento, pudiendo retomar actividades livianas a los 10 días y más vigorosas a partir del mes aproximadamente. Pero en un plazo de 4 a 6 semanas recuperará un aspecto normal.
Puede presentarse algunas complicaciones, como los hematomas, la lesión casi siempre temporal, de los nervios que controlan los músculos faciales, la infección y las reacciones a la anestesia. Los problemas de cicatrización son más frecuentes en fumadores. Se pueden minimizar los riesgos siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones de su cirujano plástico, tanto antes como después de la cirugía.